Un año en sí mismo es tan solo unos pocos cientos de días, pero la forma como nos presentemos al año es de transcendental importancia, ya que le dará el color y definirá su tono. Según como decidamos vivirlo haremos del 2018 el año en el que el mundo se convirtió en un lugar más iluminado y más dulce, o en un lugar más amargo y más oscuro.